Tuesday, November 21, 2017

Cinco aspectos de la vida cristiana que debes tener presente en todo momento





1- CONFIANZA
Abre la Biblia en el Salmo 127
La vida cristiana no significa desesperarse siendo autodependiente para cumplir con los mandamientos de Dios, sino confiar en el Eterno, porque de El y so lo de El vienen la paz y el sueño.
“Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los edificadores, Si el Señor no protege la ciudad, de nada sirve que los guardias la vigilen. De nada sirve que ustedes madruguen,
y que se acuesten muy tarde, si el pan que comen es pan de sufrimiento, porque el Señor da el sueño a los que él ama”.
Lo que esencialmente significa: “si cumpliste con tu trabajo diario, ve a dormir en paz, Dios nunca duerme” .
Es fácil ser atrapado en nuestros propios planes para nuestra vida y ministerios. Este salmo es un maravilloso recordatorio que al final, dependemos totalmente del Señor.
Este pasaje es de gran consuelo, pero también presenta un desafío. Involucras a Dios en todo lo que haces? O hay áreas de tu vida en las que no participas al Señor? En este último caso estas trabajando en vano.

Dios quiere estar involucrado en cada área de tu vida. Si tu quieres que tu trabajo tenga un valor que perdure, necesitas asegurarte que te asocias con el Señor, y no lo haces por tu sola cuenta. Confía a Dios tus hijos también. Los hijos son una bendición, y tienes que confiarlos a Dios, tanto su persona como su futuro.
“Señor, dejo en tus manos mi vida, mi familia, mi iglesia, y todo lo que hago. Confío en tí."

2. PRUEBAS
Abre la BIblia en Santiago 1:1-27
Si hay algo que tenemos en común con todos los cristianos, sin importar en qué parte del globo viven, es que todos enfrentamos diversos tipos de pruebas.
La carta de Santiago fue escrita para las doce tribus que están dispersas, es decir, fue escrita para los cristianos sin importar donde se encuentren.
Este  versículo no parece tener sentido, sufrir para mejorar?
Aun así Santiga afirma: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas…”
Esto no es exactamente lo que piensa el mundo, más bien es lo opuesto, te da vuelta todo lo que aprendiste, te pone el mundo patas arriba.
Las pruebas son los desafíos de la vida que ponen (valga la redundancia), a prueba tu fe, y  mejora dos cosas: tu paciencia y tu perseverancia.

Hemos escuchado que cada tormenta es una escuela, cada prueba un desafío, cada experiencia una educación. Cada dificultad ayuda a tu desarrollo cristiano.

No todos nos hacemos más experientes a medida que envejecemos pero te puedo asegurar por experiencia que Dios no va a seguir tus planes para hacerte madurar, El nos moldea a SU forma, de acuerdo a Su voluntad. El pone personas y situaciones en tu vida que te pueden conducir a pensar a pensar en renunciar a todo, a decir basta, y no acepta protestas ni quejas. Lo que quiere escuchar de ti es: “Si Señor, que todo se haga de acuerdo a tu voluntad”

En el medio de las pruebas necesitas sabiduría. Y sabiduría no es primordialmente conocer la verdad, aunque por supuesto, esto está incluído, es la experiencia de vida cristiana.
Santiago afirma: “si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”

Hay esencialmente dos formas de manejar un problema: Una es como todo el mundo lo hace, lo resuelve solo, esta es la forma natural, el modo del mundo. La otra es pedirle a Dios de la sabiduría divina que te ayude saber lo que debes hacer.

Santiago habla de poner a prueba tu fe.
Dice: “ Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman”
Nos lleva a pensar que toda nuestra vida es una prueba. Y cuando has pasado la prueba (al final de tu vida cristiana vencedora), recibes la corona de vida que Dios ha prometido a los que le aman.
“Señor, por favor, dame sabiduría para todas las decisiones que tenga que tomar y las pruebas que tenga que enfrentar.”


3. TENTACIONES
Continúa en Santiago 1:1-27
Alguien dijo: “La oportunidad puede llamar solo una vez, pero la tentación duerme en la puerta de tu casa”
Sentimos la tentación cuando estamos haciendo lo malo. Pero la tentación en si misma no es pecado. Es un llamado a la batalla.
¿De donde viene la tentación? De seguro que no viene de Dios. Dice Santiago: “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie”
Frecuentemente en la BIblia, la tentación es vista como viniendo del demonio. Jesús fue tentado por el diablo, Adán y Eva fueron tentados por la serpiente. Job fue atacado por Satanás.

Sin embargo, el diablo trabaja con nuestros propios malos deseos: “ sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.” Versiculos 14 y 15.


El pecado es siempre un engaño. Santiago escribe: "Amados hermanos míos, no erréis. Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación."


Tu eres engañado cuando piensas que necesitas cosas que no son buenas para ti.
El engaño en el Jardín del Edén fue que Adán y Eva pensaron que necesitaban experimentar la maldad tanto como lo bueno. Dios solo quiere que tu experimentes lo que es bueno. Cada vez que sientas que estás haciendo algo malo y elijas hacer lo bueno, maduras cristianamente y creces en sabiduría y poder.
“Señor, gracias, porque cada don perfecto y bueno viene de tí. No dejes que sea engañado, queriendo experimentar las cosas que no son buenas.

4. LA LENGUA
Continúa LEYENDO Santiago 3


Una de las pruebas de tu carácter es tu lengua. Santiago le da mucha importancia al tema. Mantén cortas las riendas de tu lengua. Y tu boca bajo control.
Santiago dice: “todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; 20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas”

La Palabra de Dios tiene el poder de transformarte. Necesitas darle tiempo a la Palabra de Dios para que eche raíces en tí. Es la forma en que funciona, escuchas y haces lo que dice. En lugar de hablar mucho, escucha la Palabra de Vida, y libérate de todas las cosas malas que hay en tu vida.
El solo escuchar no es suficiente.
“Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” “...Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.”
“Señor, ayúdame hoy a poner freno a mi lengua. Enséñame a escuchar, especialmente la Palabra de Dios.”


5. VOLVERSE
Abre la Biblia en Ezequiel 32:1-33
La voluntad de Dios es que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.   (1 Timoteo 2:4).

La expresión volverse de su camino aparece siete veces en el capítulo 33 de Ezequiel. Dios designó al profeta como vigía, como atalaya. Le dijo que les advirtiera a los impíos que se volvieran de sus malos caminos. Estos impíos eran de la casa de Israel, no eran de fuera.


Dios no se complace en la muerte de los malos
El versículo 11 dice: “Diles: “Tan cierto como que yo vivo —afirma el Señor omnipotente—, que no me alegro con la muerte del malvado, sino con que se convierta de su mala conducta y viva.”


Todos, creyentes y no creyentes, vivimos bajo la Nueva Alianza, la de la Sangre del Cordero.
A diferencia del Antiguo Testamento, que sólo trataba con el pueblo de Israel, nosotros somos los encargados de llevar la Buena Nueva de Salvación hasta lo último de la tierra. Pero no somos responsables por aquellos que se niegan a escuchar el Evangelio.


Nuestra oración: “:Señor: mantenme alejado del mal, y a ayudar a otros que entiendan que el pecado conduce a la muerte espiritual. Quédate conmigo de acuerdo a tu promesa”

Tu hermano en Cristo
Roosevelt
email: raltez@gmail.com