Saturday, May 25, 2024

La confusión del convicto

 


La confusión del convicto

 (primera de dos partes)

Cristo murió por Barrabás, uno debía morir, y fue escogido el inocente. El culpable fue redimido, pero nunca disfrutó de la experiencia. Los pocos años que le quedaban los gastó como generalmente lo hacen los exconvictos, o cualquiera de nosotros que no haya sido redimido.

De eso se trata esta lectura, de la experiencia del redimido.

Por experiencia de un redimido debemos entender la vida eterna manifestada en los fugaces momentos de la vida temporal. Pero no es esto la conciencia de sentirnos bien, o la conciencia de la presencia de Dios. Si confundimos estos sentimientos con la vida eterna, tarde o temprano nos desilusionaremos.

Cuando estamos siendo iniciados en la nueva experiencia, luego de honesta y sinceramente recibir al Salvador, somos conscientes de ella, no es gran cosa, cualquier persona cuerda es lo suficientemente sabia para no confundir la conciencia de la vida con la vida misma. Solo las etapas iniciales de nuevas experiencias producen conciencia de sí mismas, y si nos aferramos a la conciencia de las bendiciones de Dios y de Su presencia, nos convertimos en sentimentales espirituales.

Dios comenzó a introducirnos en la vida. Esta es la única característica de esta vida:

 “De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna”. Juan 6:47

 ¿Qué es la vida eterna? "Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero" Juan 17:3.

"Eterno" se refiere a la calidad de la vida. Nuestro Señor dice muy claramente qué no es la vida eterna, por ejemplo, Mateo 4:4; Lucas 12:15. Cada vez que Nuestro Señor habla de "vida" se refiere a la vida eterna, y Él dice: "No tenéis [esta] vida en vosotros mismos" Juan 6:53.

Los hombres tienen vida natural y vida intelectual aparte de Jesucristo. La vida que Jesucristo exhibió fue vida eterna.

Él dice: cualquier persona que crea en Mí, es decir, que se compromete conmigo, tiene esa vida. Comprometerme con Jesús significa que no hay nada que no esté comprometido. La fe es una transacción de doble vía: una destrucción deliberada de todos los caminos de regreso y una entrega completa a nuestro Señor mismo.

Dios entra de golpe inmediatamente que un alma se rinde al Señor Jesucristo. La única barrera para el amor de Dios es la incredulidad que trabaja sentimentalmente, es decir, que ronda alrededor de las costas de una experiencia que produce conciencia de sí misma; la vida no está ahí.

El Carácter Ascendente de la Vida (Juan 11:41-42) La mirada ascendente hacia Dios de la vida eterna es una indicación de la naturaleza inherente de la vida; es decir, no se alcanza mediante esfuerzo. Las características naturales, las virtudes naturales y los logros naturales no tienen nada que ver con la vida en sí misma.

Un desvergonzado y un hombre recto se comprometen ambos con Jesucristo y reciben vida eterna; ¿tendrá el último acceso más libre a Dios?

¡No! La vida eterna funciona igual en ambos. No hay acepción de personas delante de Dios. Sin embargo, la manifestación de la vida eterna es una cuestión diferente.

El Carácter Externo de la Vida: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. .Juan 3:16

 Este versículo da la perspectiva hacia el hombre de la vida eterna como se exhibe en nuestro Señor. La única forma de reaccionar correctamente en relación con los hombres a tu alrededor es permitir que la vida eterna reaccione a través de ti, y si quieres saber cómo reaccionará la vida eterna, lo verás en Jesucristo.

Nuestro Señor no fue en absoluto un trabajador arduo; fue una realidad intensa. Los trabajadores arduos son como mosquitos; la realidad es como la montaña y el lago. La vida de nuestro Señor fue de una asombrosa tranquilidad, y la presentación de Su vida como una carrera apresurada es incorrecta.

Los tres años de vida pública son una manifestación de la intensa realidad de la vida:

 “cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo este anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él”. Hechos 10:38

 Cuando la pasión por las almas oscurece la pasión por Jesucristo, tienes al diablo en tu camino como ángel de luz. Nuestro Señor nunca tuvo prisa, nunca estuvo en pánico.

"No hay fechas en Su magnífica tranquilidad." La vida de nuestro Señor es la exhibición de la vida eterna en el tiempo. La vida eterna en el cristiano se basa en la certeza redentora; no está trabajando para redimir a los hombres; es un colaborador con Dios entre los hombres porque están redimidos.

 El Carácter Descendente de Esta Vida:

“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” .2 Corintios 5:21

 La mirada descendente de la vida eterna es manifestada por nuestro Señor: una mirada sin miedo, clara y comprensiva al pecado, a la muerte y al diablo; esa es la característica inconfundible de la mirada descendente de nuestro Señor.

La imitación del diablo es la negación del pecado, del infierno y del juicio.

La realidad completa es Dios, y Él da a conocer su orden en los momentos fugaces. La redención participa del carácter de Dios, por lo tanto, no es fugaz; pero tenemos el poder y el privilegio de exhibir la redención en los fugaces momentos de nuestra vida actual.

Este es el verdadero significado de nacer de nuevo.

La civilización se basa en principios que implican que el momento pasajero es permanente.

Lo único permanente es Dios, y si pongo cualquier otra cosa como permanente, me convierto en ateo. Debo construir solo en Dios.

"Porque Dios me habló una vez, me adhiero a eso." Eres un tonto si lo haces. Aférrate al Dios que te habló. Él está hablando la palabra todo el tiempo; solo cuando somos entrenados por la obediencia podemos entenderlo.

“El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”. ver Juan 6:63

Lectura extraída, traducida y adaptada de una reflexión de Oswald Chambers

 

Bendiciones

Tu hermano en Cristo

Roosevelt Jackson Altez M.T.S.

Magister Estudios Teológicos “Logos Christian University”

Escríbenos a: edicionesdelareja@gmail.com

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https://iglesiaheroesdelafe.blogspot.com/2024/05/la-confusion-del-convicto.html

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