Sunday, February 11, 2024

La restricción del llamado


 

¡Ay de mí si no predicara el evangelio! 1 Corintios 9:16

Cuidado con cerrar tus oídos al llamado de Dios. Todo aquel que es salvo está llamado a testificar de ese hecho; pero ese no es el llamado para predicar, la salvación en sí misma ilustra la predicación. Pablo se refiere a los dolores producidos en él por exigencias que trae aparejado predicar el Evangelio.

Nunca apliques lo que Pablo dice en este contexto a las almas que entran en contacto con Dios para salvación.

No hay nada más fácil que ser salvo porque es obra soberana de Dios: "Venid a mí y os salvaré". Nuestro Señor nunca establece las condiciones del discipulado como condiciones de salvación. Estamos destinados a la salvación a través de la Cruz de Jesucristo.

El discipulado lleva consigo una opción: "SI alguno...". Las palabras de Pablo tienen que ver con ser hecho siervo de Jesucristo, y nunca se nos pregunta nuestra opinión sobre lo que haremos o a dónde iremos.

Dios nos convierte en pan partido y vino derramado para complacerse a sí mismo.

Ser "separado para el evangelio" significa escuchar el llamado de Dios; y cuando un hombre comienza a escuchar ese llamado, comienza la agonía que amerita el nombre. Cada ambición es cortada de raíz, cada deseo de vida apagado, cada perspectiva completamente extinguida y borrada, salvando solo una cosa: "separado para el evangelio".

¡Ay del alma que intenta poner su pie en cualquier otra dirección una vez que ese llamado llega! El texto bíblico confiere para ver si Dios tiene algún hombre o mujer que se preocupe por proclamar su Evangelio; y espera ser usado por Dios.

Y cuidado cuando Dios te toma para Sí.

 

Bendiciones

Tu hermano en Cristo

 Roosevelt Jackson Altez M.T.S.

Magister Estudios Teológicos “Logos Christian University”

Escríbenos a: edicionesdelareja@gmail.com

 Puedes encontrar este artículo en:

https://iglesiaheroesdelafe.blogspot.com/2024/02/la-restriccion-del-llamado.html

No comments:

Post a Comment