Sunday, August 27, 2023

El nuevo nombre en la piedra blanca


 

Al vencedor, conferiré una piedra blanca, y sobre la piedra estará inscrito un nuevo nombre, que nadie conoce sino aquel que lo recibe. - Apocalipsis 2:17

 

Hay mensajes bíblicos ocultos a los ojos de aquellos que no pueden ver más allá del simple significado del texto. Los profundamente dedicados a entender el simbolismo de las expresiones, se adentra en la esfera espiritual donde Jesús, eximio Maestro, sublimó la enseñanza de lo eterno a través de lo lógico; por ejemplo: en el pasaje completo que culmina con la frase: "Así que, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán grande es la oscuridad!"

Los discípulos recibieron la enseñanza, y la aplicaron cada uno de acuerdo a su personalidad. Juan, el receptor de Apocalipsis, se impregnó superlativamente de lo inspirado por el autor, por el mismísimo Verbo, el Logos. Así, su mente, corazón y alma trabajaron incorporando en las expresiones, para hacerlas inteligibles; objetos, ideas y cosas, algunas tomadas prestadas del Antiguo Testamento, y otras, de la multicultural civilización en que vivió. El “discípulo que el Señor amaba” expresó lo que sabía y atestiguó lo que había visto.

La piedra blanca.

El color blanco representa pureza, brillo, santidad. Esta piedra tiene las características de una joya. En su superficie está escrito el nuevo nombre del receptor. Todo lo viejo quedó atrás, todo está hecho nuevo, el nombre no está relacionado con la vida anterior, la vieja, la que se dejó con el cuerpo. Este nombre es lo que Dios ve en el nuevo hombre, en el individuo con el cuerpo glorificado, y solo el Creador conoce a cada uno profundamente. Por eso el nombre que nadie conoce. El que lo recibe sabe que es para él porque contiene místicamente su nueva personalidad, la comunicación, el mensaje de Dios a la nueva criatura.

¿A quién se le otorga este nombre? Al vencedor. ¿Cuándo se le otorga? Cuando ha vencido. ¿Acaso Dios no sabe entonces qué va a llegar a ser un hombre? Sí, tan cierto como ve el roble que está escondido en el corazón de la bellota.

Entonces, ¿por qué espera hasta que el hombre se haya convertido en un vencedor antes de decidir cuál será su nombre?

Dios conoce su nombre desde el principio. Pero el hombre tiene que convertirse en ese nuevo ser, tiene que evolucionar a lo que el Todopoderoso, omnisciente ya conoce desde antes de la fundación del mundo. Abraham no sabía que Dios iba a parar su brazo cuando bajaba con el cuchillo al corazón de Isaac, Dios sí. Pero el patriarca tenía que vivir el alcance de su fe. 

El hombre solo se da cuenta del perdón en el arrepentimiento; de la misma manera, solo cuando el hombre se ha convertido en su nombre, Dios le entrega la piedra con el mismo grabado, porque solo entonces puede entender lo que significa.

El morir a nosotros mismos debe suceder antes de la muerte natural. Y el sufrido proceso de la vida debe conducirnos por los valles de muerte a las montañas de victoria que jalonan nuestro deambular por este mundo terrible. Ese es nuestro sacrificio, nuestra sangre derramada en pos de lo supremo. Aprende cada uno a amar al Padre en una forma diferente a su hermano, a su prójimo, es su relación personal con el Padre, con fracasos, renuncias, y en cada uno de ellos, la misericordia restañando, sanando, santificando. Para cada uno, Dios tiene una respuesta diferente. Con cada hombre tiene un secreto, el secreto del nuevo nombre. En cada hombre hay una soledad, una cámara interior, su vida peculiar en la cual solo Dios puede entrar.

Al ser creado por Él, cada hombre está aislado con Dios; cada uno, en cuanto a su particular creación, puede decir "mi Dios"; cada uno puede venir a él solo y hablar con Él cara a cara, como un hombre habla con su amigo. Cada uno tiene en su interior el secreto de la Divinidad; cada uno está creciendo hacia la revelación de ese secreto para sí mismo, y así, hacia la plena recepción de lo divino.

Cuando caigamos en la cuenta de lo que Él piensa de nosotros se desvanecerá en nuestras almas todos los pensamientos acerca de nosotros mismos.

Es Nuestro Señor quien otorga el nombre. Cambió los nombres de sus discípulos. A Simón lo llamó Cefas, a Santiago y Juan los llamó 'Hijos del Trueno'. El acto reclamaba autoridad y designaba una nueva relación con Él. Ambas ideas se transmiten en la promesa:

“Le daré... un nuevo nombre escrito”.

Pero recordemos que la transformación se mantiene fiel a la dirección iniciada, y el proceso de cambio debe comenzar en la tierra. Aquellos que ganan el nuevo nombre del cielo son aquellos de quienes se pudo decir verdaderamente, mientras llevaban el antiguo nombre de la tierra:

“Si alguno está en Cristo, es una nueva criatura”.

 Bendiciones

 Tu hermano en Cristo

 Roosevelt Jackson Altez  M.T.S.

 Puedes encontrar este artículo en: 

https://iglesiaheroesdelafe.blogspot.com/2023/08/el-nuevo-nombre-en-la-piedra-blanca.html


Wednesday, August 23, 2023

Escudriñad las escrituras...

 





....pues ellas hablan de mí

Mucho se ha escrito sobre la Biblia; pero poco se ha leído. 

Encontramos en nuestro deambular cristiano, toda clase de creyente, y muchas iglesias (congregaciones), y en todas hay un factor común: la falta de conocimiento de las Escrituras. Esto lleva a la profusión de denominaciones, doctrinas, discrepancias, pero, sobre todo, distrae en el esfuerzo de alcanzar la meta para recibir la corona de vida. No es nuestra intención, ni lo vamos a hacer, el discrepar con nadie. Seguramente algunos pocos (aunque sea uno) será llamado a la reflexión y retornará a escudriñar la Palabra de Dios.

Una advertencia, nadie aprende a nadar en el desierto.

Hemos utilizado, como referencia y consulta: la Biblia, por supuesto; el sitio www.biblehub.com, y el libro de Howard y William Hendricks “Living by the Book” -El arte y ciencia de leer la Biblia-. 

 El Señor dijo, en Juan 5:39: “Escudriñad las Escrituras, pues ellas hablan de mí”

Escudriñar en griego es: ἐραυνᾶτε, transliterado; eraunate. Y aparece en también en los siguientes pasajes:

 Juan 7:52: “ Respondieron y le dijeron: ¿Eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta”

Romanos 8:27: “Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos”

1 Corintios 2:10: “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios”

1 Pedro 1:10-11: “Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.”

Apocalipsis 2:23: “ Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras.”

El idioma español cuenta con este verbo sumamente descriptivo. En inglés no existe, deben usar “buscar” o “buscar con diligencia”

También es relevante el hecho de que, en los pasajes que aparece, a excepción de Juan 7:52, donde la acción es recomendada para negar a Cristo; el escudriñar es una tarea divina del Espíritu Santo, quien indaga, escarba, busca, entra en lo más recóndito del ser humano, y en lo más profundo de Dios. Esto debería llamarnos a reflexionar sobre lo que Jesús nos manda hacer, por diversas razones: la fundamental es que, cuanto más nos adentramos en el estudio, en el indagar, rumiar, degustar las Escrituras (aunque a veces nos resulten amargas), es que es el medio más efectivo para aumentar la fe, que viene precisamente haciéndolo. La otra razón, paralela a ésta, es que nuestra fe sale fortalecida, y podemos testificar, razonablemente, el porqué de nuestra esperanza. El escudo de la fe es invulnerable cuando la mente conoce en profundidad el significado de las palabras (la Palabra de Dios), sabe dónde se encuentran, quién las dijo, y cual fue, es y será el galardón o las consecuencias de su conocimiento o falta del mismo. La puesta en práctica, en la oración, nos afirma en el diálogo con Dios, en lo que pedimos, en lo que necesitamos, y en la fidelidad del Creador, Padre e Hijo, como seguridad que nos escuchan, y responden.

Pero lo más importante es el regocijo que nos sobreviene al entender en profundidad el Plan Eterno de Dios, el saber que Él está allí, disponible en todo momento. El conocer el temor reverente de alguien que nos ama con amor eterno, y por esa razón prolonga sobre nosotros su divina misericordia.

Como cristiano, el estudiar la Biblia no es una opción, es esencial. El no hacerlo trae aparejados riesgos enormes.

Enumeramos algunas razones:

1.     Se debe crecer continuamente. No hay término medio, si no creces, disminuyes. Al igual que el crecimiento normal de un ser humano, no podemos detenernos. Y la Biblia compara el alimento, desde la leche materna a la comida sólida.

Como dice en 1 Pedro 2:2: “desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,

La palabra clave acá es “actitud”, y también hambre. Como el recién nacido toma el biberón o el seno materno con sus manos extrae el alimento primero, esencial, así el cristiano debe tener sed, necesidad, de la Palabra.

2.- La otra palabra que a veces confundida con hambre, es apetito, no es cualquier palabra, no es cualquier alimento, es la Escritura. El Salmo 19:10 dice: “Y dulces más que miel, y que la que destila del panal”, 

¿A quién no le gusta la miel?

Algunos saben que es alimento, y leen, y estudian, pero les sabe a hierba seca cuando la mastican.

Pero aquellos que se deleitan en ella, la saborean, es dulce, es sabrosa, es alimento para el alma.

3.-   La otra palabra es propósito; ¿Cuál es el propósito de leer, de estudiar, de escudriñar las escrituras?: ¡Ellas hablan de Cristo! Y ese es el fin, el crecer a la imagen de Cristo. Es una transformación asombrosa.

Hemos visto como un gusano se transforma en mariposa, y no lo podemos creer, el insecto feo, desagradable, se convierte en un ser increíble, precioso. Y no es una buena comparación.

 4.- El estudiar la Biblia nos hace madurar espiritualmente:

Dice en Hebreos 5:11-14: “Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.”

El autor dice que tiene “mucho que decir” pero que es “difícil de explicar”. ¿Diremos que no hay revelación? ¿Culparemos al Espíritu Santo? No, es que no tenemos “oídos para oír”, nos hemos vuelto sordos.

¿Por qué?

Porque no le dedicamos suficiente tiempo. Cada día que pasa sin leer con deseo, ahínco, sed, nos vamos quedando sordos, deja de interesarnos.

¿Cómo medirnos?, el autor lo dice: cuando tenemos discernimiento del bien y el mal. No es conocimiento lo que adquirimos, es sabiduría, que implica obediencia.

No queremos extendernos demasiado, nos contentamos conque hoy hayan llegado hasta acá.

En la próxima hablaremos, entre otras cosas, de la efectividad espiritual.

Mientras, pueden leer 1 Timoteo 3:16-17.

 

Les saluda

Su Hermano en Cristo

R.J. Altez M.T.S.

Email: edicionesdelareja@gmail.com

Saturday, August 19, 2023

El misterio de la mujer




El misterio de la mujer

Para entender la creación, función y posición de la mujer debemos comenzar por la fuente, el origen de todo, y por supuesto este es Dios.

 1.      Dios es Amor  

1 Juan 4:1-16 afirma que “Dios es Amor”

 No dice que Dios tiene Amor, que en Dios hay Amor, sino que dice que Dios ES Amor.

Esto significa que está en su esencia, que es parte de sus atributos, que es un componente de su compleja unidad.

 2.      Veamos lo que el hombre dice del amor: 

El diccionario de la Real Academia Española lo define así: 1.m. “Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser” 2. m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear. 3. m. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.

 3.      Lo común:

En todas estas definiciones hay algo en común, el amor es algo que se proyecta hacia afuera, hacia el objeto del amor, ya sea persona, animal o cosa.

 Ahora debemos volver atrás, o hacia arriba.

 Porque todo viene de Dios, y porque Dios es Amor como lo mencionamos antes, tenemos que necesariamente entender lo esencial de la Divinidad.

 4.      El Eterno y su atributo 

Entonces vayamos al pasaje donde Dios le dice a Moisés quién es Él: “Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.” Éxodo 3:14

Lo simple de las palabras de Dios contienen la explicación de su eternidad: YO SOY está en presente.

Mientras los humanos nos afanamos por entender lo imposible y nos preguntamos ¿desde cuándo existe Dios? ¿Cómo es eso de la eternidad?

 Dios simplemente dice, Yo Soy.

 No hay pasado ni futuro. La dimensión temporal donde vivimos no involucra a Dios. Dios es trascendente, está por fuera, por encima de esta dimensión.

¿Por qué estoy es importante para  entender el misterio de la mujer?
Vamos por partes

 Dios es Amor, y como el amor es algo que se proyecta, no puede existir sin el objeto amado, entonces Dios no es uno, es imposible.

 Y este es el primer misterio, el de la Trinidad, el Dios Trino.

 La única forma en que Dios puede amar en su eterno presente, que existe desde antes de crear al hombre es que Dios sea más de una persona, en una misma esencia que incluye a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.

 Ahora sí podemos decir que Dios ama desde la eternidad, pues tiene a quien amar.

 EL Señor Jesús se refiere a esta existencia plural en Juan 17:5: “Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese”

 Entonces Dios crea al hombre, y cuando lo crea dice: “Hagamos” en Génesis 1:26

 “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”

 Entendemos entonces que dentro del contenido de esa creación, inevitablemente está incluido el amor

.5.      El hombre y el amor

 

Pero hay un problema: el hombre no tenía a quien amar.

Y Dios no iba a crear a otro ser desde el barro, simplemente porque aquella preciosidad erguida delante de Él, era la creación perfecta. Entonces Dios hace dormir al hombre, y del mismo ser creado, crea a otro ser, crea a la mujer.

 Pero no tomemos esto a la ligera. Estudiemos la similitud. O la semejanza.

 Dios es Uno y es Tres. Es la misma esencia, pero diferentes personas, separadas la una de la otra, pero iguales en todo. Lo que difiere son las funciones, lo que hace cada uno.

 Prosigamos:

A la tarde del sexto día Dios vio que todo era bueno en gran manera. (Luego de crear al hombre)

 6.      Ayuda idónea

Entonces Dios dice: Génesis 2:18 “No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él”

Ahora la palabra que se usa en el original para ayuda, no es alguien que supla en una tarea nada más, no es el adjetivo ayudante, uno que viene, da una mano y se va.

 Esta Palabra se usa en el original para mencionar cuando Dios nos ayuda.

 En Éxodo 18:4, Moisés llama a uno de sus hijos Eliezer: “… porque dijo: El Dios de mi padre me ayudó, y me libró de la espada de Faraón” (El=Dios; ezer= ayuda)

 En el Salmo 89:19 dice: “Entonces hablaste en visión a tu santo, Y dijiste: He puesto el socorro sobre uno que es poderoso; He exaltado a un escogido de mi pueblo” Ese socorro es ezer, ayuda.

Así que más que ayuda es complemento, alguien sin la cual no se puede cumplir la tarea.

 ¿Qué tarea? Podemos preguntarnos.

En principio la tarea de amar; la de ser, al igual que Dios; amor.

Y este amor va más allá que el amor de pareja. Porque luego da la orden de que se multipliquen.  Y ya multiplicados, Jesús ordena: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”

 Pero volvamos al relato:

Y luego dice la Palabra en los versículos 21 al 23: “21 Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. 22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. 23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.  (Ish-Hombre  Isha-Mujer)

 7.      Separa para que amen

Dios desdobla al hombre en hombre y mujer. Y esto está claro en el Capítulo uno de Génesis cuando dice: Varón y hembra los creó.

 Cuando Dios hizo al hombre de barro, dentro del mismo estaba contenida la mujer. Y que esto no se confunda con ninguna idea homosexual o excusa para degenerar la pureza de Dios y su Palabra.

 Hoy por hoy sabemos que tomando una parte del ser humano se puede crear otro ser humano, es decir, nos enteramos seis mil años después que Dios lo hiciera, que es posible.

 Pero sin separarnos del misterio de la mujer, que es el propósito de esta lectura, el texto dice que de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre hizo una mujer.

 Pero enseguida, para que nadie se confunda ni confunda a otros, Dios aclara: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”

 Acá introduce la idea de reproducción, padre y madre, y la de unión: “una sola carne”.

 Separa Dios al hombre y a la mujer para que se amen, pero que se amen tanto que vuelvan a ser uno, una sola carne.

 ¿No es maravilloso?

 8.      Une en amor

Dios proyecta su esencia, el amor, en el hombre creado para que, siendo a su imagen, el hombre ame como Dios ama.

¿Cómo ama Dios?

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”

Y podríamos ya concluir, pero agreguemos un detalle, en la separación temporal de hombre y mujer, la mujer se caracteriza por amar. El hombre por proteger.

Pablo dice: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella” y luego: “Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama” y agrega: “Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido” Efesios 5 (leer del v 21 al final)

 9.      Y aclaremos lo de separación temporal.

El valor y proyección eterna del hombre y la mujer es el mismo.

El Señor Jesús aclara la temporalidad del casamiento, y por ende, del sexo y su función reproductiva: “Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios. 30 Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo” Mateo 22:29:30

 Bendiciones

 Tu hermano en Cristo

 Roosevelt Jackson Altez  M.T.S.

 Puedes encontrar este artículo en:

Iglesia Heroes de la fe: El misterio de la mujer





Friday, August 18, 2023

Mi Redentor Go' El


 


El Redentor

 

גָּאַל   Go’El

Cuando escuchamos esta palabra, enseguida pensamos en Jesucristo.

Jesús es el único Redentor de la raza humana. Nos redime para vivir más allá de la muerte. Redimidos para ser adoptados por Dios como sus hijos.

Pero esto no comienza con Jesús hecho hombre, ni en todo lo referido en el Nuevo Testamento. El concepto de redentor está plasmado en el Antiguo Testamento.

Veamos:

“Si el que presenta el animal quiere rescatarlo, deberá pagar una quinta parte más del valor calculado” Levítico 27:13

“Si alguien quiere rescatar algo del diezmo, deberá para ello añadir la quinta parte de su valor” Levítico 27:31

“Esas ciudades servirán para refugiarse del que quiera tomar venganza, pues el homicida no será condenado a muerte hasta que sea juzgado en presencia de la congregación” Números 35:12

¡Defiéndeme, y ponme a salvo! ¡Dame vida con tu palabra! Salmo 119:154

“Si la persona afectada no tiene ningún pariente al que pueda resarcirse por el daño causado, la compensación por el agravio se me entregará a mí por medio del sacerdote, además del carnero de la expiación, con el cual el sacerdote hará expiación por él”. Números 5:8

“Entonces le preguntó: «¿Quién eres?» Y ella respondió: «Soy Rut, tu sierva. Protege a esta sierva tuya bajo tu manto, porque tú eres mi pariente cercano.» Rut 3:9

“Duerme aquí esta noche; y mañana, cuando sea de día, si él te rescata, está bien; que te rescate. Pero si no te quiere rescatar, yo lo haré. Pongo al Señor como testigo. Ahora descansa, y hasta mañana.» Rut 3:13

“¿No eres tú el que secó el mar, las aguas del mar profundo? ¿No eres el que hizo del fondo del mar un camino, para que por él pasaran los redimidos?”  Isaías 51:10

“Porque el Señor ha redimido a Jacob; lo ha redimido del poder del que era más fuerte que él”  Jeremías 31:11

Por lo tanto, diles a los hijos de Israel: “Yo soy EL SEÑOR. Yo los voy a librar de los trabajos pesados en Egipto. Voy a liberarlos de su esclavitud. Con brazo extendido y con grandes juicios les daré libertad. Números 6:6

Como vemos, la idea de redimir, y el agente (Redentor), está fuertemente fijado en el pensamiento hebreo, plasmado en el Antiguo Testamento.

Así el Go’El es: Redentor, redimir, actuar como un pariente que rescata, vengador, hacedor de la parte que corresponde al pariente, por derecho o por obligación.

Es el alma de la ley cuando ordena a un hermano casarse con la viuda del hermano muerto para que tenga un hijo que llevará el nombre del fallecido.

Es rescatar de la esclavitud, pagando el precio. Es redimir, comprar la tierra de un pariente para salvarla de ser enajenada a extraños. Y uno de los pasajes más conocidos es el de Job 19:25

  

 יגֹּ֣אֲלִ  ייָ֭דַעְתִּ וַאֲנִ֣י  

 

               

  “Yo sé que  mi Redentor vive, y que al final se levantará del polvo.

 Job supo en su ser interior, en las profundidades de su alma que había alguien que habría de levantarse para quitarle de encima todas las cargas, todas las angustias, para librarlo de la terrible situación en la que se encontraba, consecuencia del simple hecho de vivir en “este mundo”, como lo llama el Apóstol Juan.

Volviendo a Jesucristo, su sacrificio vicario redime a los que en Él creen. Es lo que expresa el famoso versículo de Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna”

Pero ¿Cuál es la relación de parentesco entre Jesús y nosotros?

Acá está:

“Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su nombre, les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Juan 1:12

Sigamos aprendiendo juntos

 Visítanos en: 

Iglesia Heroes de la fe: Go' El Redentor

 

Tu hermano en Cristo

Roosevelt Altez. MTS

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