Friday, January 11, 2013

¿Qué es un cristiano?


O mejor: ¿Qué es un verdadero cristiano?
Leamos esta corta historia:
Detrás del mostrador el hombre miraba distraídamente hacia la calle mientras una pequeña niña se aproximaba al local. Ella aplastó su naricita contra el vidrio del aquella enorme (para ella) vitrina y de pronto sus ojos color miel brillaron cuando vio determinado objeto. Entró decididamente en el local y pidió ver un hermoso collar azul que le había llamado la atención y le dijo al vendedor:
“Es para mi hermana. ¿Podría hacerme un lindo paquete?”
El dueño del local, quien estaba a un lado, miró a la chica con cierta desconfianza y con toda tranquilidad le preguntó: “Cuánto dinero tienes, pequeña?”
Sin alterarse ni un instante, la niña sacó de su bolsillo un atadito lleno de nudos, los cuales delicadamente fue deshaciendo uno por uno.
Cuando terminó, colocó orgullosamente el pañuelo sobre el mostrador y con inusitado aplomo, dijo: “… Esto alcanza, no?”
En el pañuelo solamente había unas cuantas monedas…
Mirando al dueño con una tierna mirada que expresaba una mezcla de ilusión y tristeza le dijo:

“Sabe, desde que nuestra madre murió, mi hermana me ha cuidado con mucho cariño y la pobre nunca tiene tiempo para ella…”

“Hoy es su cumpleaños y estoy segura que ella estará feliz con este collar, porque es justo del color de sus ojos…”
El empleado miraba al dueño sin saber qué hacer o decir, pero éste sólo le sonrió a la niña, y se fue a la trastienda, y personalmente lo envolvió en un espectacular papel plateado e hizo un hermoso moño con una cinta azul.
Ante el estupor del empleado, el dueño colocó el hermoso paquete en una de las exclusivas bolsas de la joyería y se lo entregó a la pequeña diciéndole:
“Toma, llévalo con  cuidado.”
Ella se fue feliz, brincando calle abajo.
Todavía no había terminado el día cuando una encantadora joven de cabellos rubios y maravillosos ojos azules entró en el negocio.
Colocó sobre el mostrador el paquete desenvuelto y preguntó:
-“Este collar fue comprado aquí?”
El empleado cortésmente le pidió que esperara un momento y fue a llamar al dueño, quien de inmediato regresó, y con la más respetuosa sonrisa le dijo:
-“Sí, señora, este collar es una de las piezas especiales de nuestra colección exclusiva y en efecto, fue comprado aquí esta mañana”
-“Cuánto costó?”
-“Lamento no poder brindarle esa información, señora. Es nuestra política que el precio de cualquier artículo siempre es un asunto confidencial entre la empresa y el cliente”
-“…Pero mi hermana sólo tenía algunas monedas que ha juntado haciendo muñecas de trapo con ropa vieja, pues mi sueldo es demasiado modesto y apenas nos alcanza para sobrevivir. Este collar ciertamente no es de fantasía, y ella simplemente no tendría dinero suficiente para pagarlo…!

El hombre tomó el estuche, rehízo el envoltorio casi ceremoniosamente, y con mucho cariño colocó de nuevo la cinta diciendo mientras se lo devolvía a la joven:
-“Ella pagó el precio más alto que cualquier persona puede pagar: Ella dio todo lo que tenía.”
El silencio llenó el local y las lágrimas rodaron por el rostro de la joven, mientras sus manos tomaban el paquete y salía de allí lentamente, abrazándolo fuerte contra su pecho”
(Anónimo)
En el Nuevo Testamento se mencionan dos personas que dieron todo lo que tenían, la viuda pobre y Jesús. Ella puso dos centavos en el recipiente de recolección del templo y fue mostrada como ejemplo por el Maestro.
Jesús, El Cristo, El Ungido fue levantado en una cruz para que todos vieran “al que traspasaron”. Para que mediante su sacrificio fuésemos redimidos. Dio todo lo que tenía.
Esto define a un cristiano, el desprendimiento, el servicio, el amor por los demás. Si el cristiano que has visto no encaja en estos parámetros, entonces o no es cristiano o se ha quedado corto en lo necesario para llenar lo pretende ser.
Claro que no se logra la perfección de la noche a la mañana, pero revisemos lo que define a un cristiano:
·         Dijo Jesús, No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Mateo 6:19-21.
·         Y dijo de los que han hecho sus riquezas injustamente (la mayoría): Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas. Lucas 16:9
·         Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Lucas 16:13
·         Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento. Marcos 12:41-42

Te tengo que confesar algo, y si queda entre nosotros, mejor:
Ser cristiano no es una religión, es una relación, con Dios. Me molesta la palabra religión, ensucia la pureza del amor de Dios por nosotros, huele a intenciones de juntar limosnas, de recaudar dinero. Confunde Evangelio con prosperidad material. Hiede a gente hipócrita, que te mira por encima del hombro.
Jesús puso las manos en las llagas de un leproso, hizo barro con su saliva y se lo pasó en los ojos de un ciego.
No tengo nada contra los ricos ni las riquezas, más allá de la certeza de que te apartan de Dios, por hacerte autosuficiente. Pero también es autosuficiente el sabio, o el que practica artes marciales, o el político. O el cristiano sin Cristo.
Dice Pablo (apóstol de Jesucristo) respecto  a ser cristiano: Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Romanos 8:1
Y luego afirma (Lee cuidadosamente estos pasajes): “Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él” (V 9)
“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios” (V 14)
Estamos hablando de familia, de relación, “Hijos de Dios”. Estamos hablando de amor de Padre a hijo, de hijo a Padre, amor de hermanos, AMOR, ¿se entiende?
AMOR. No hacer el amor, el amor está hecho, el AMOR es eterno, Dios es Amor.
Jesús lloró. Lloró por la maldad de Jerusalén, lloró porque sus amigos no entendían que El era la resurrección. Lloró por la incapacidad de nosotros de entender el AMOR
AMOR. Lágrimas que caen al ver un desdichado, un enfermo, un pobre. Dolor en el corazón por los niños maltratados, manos extendidas a los que necesitan. Amor, que es todo lo contrario a egoísmo.
AMOR que es opuesto a avaricia.
AMOR, que es quemarse por dentro al no poder hacer más contra la injusticia.
AMOR, que nos enseña a erradicar el odio de nuestro corazón.
AMOR, que nos lleva a perdonar lo imperdonable
AMOR en un pedido “Tengo sed”
AMOR en una frase “Consumado es”
Cristianismo es Cristo, Cristo no es religión, Cristo es Dios (Hijo). Dios es AMOR.

Bendiciones
Tu hermano en Cristo
Roosevelt  Altez



Monday, January 7, 2013

Debilidad que conviene


Unos de los grandes guerreros de la antigüedad fue Nimrod.
Podemos compararlo con uno de esos héroes mitológicos llevados a la pantalla grande, tales como Conan el bárbaro, o el rey escorpión, o la espuria versión de un todopoderoso Sansón que debía su poder al largo de su cabello nunca cortado.

Dice la Biblia de este Nimrod que fue un gran cazador delante (enfrentado) a Dios. Es decir, no dependía para nada del Creador, se valía por sí mismo.

Y esta es la actitud común del ser humano, es para lo que vivimos y por lo que nos esforzamos día a día.

El sexo femenino se esfuerza por aparecer hermoso, brillar  resplandecientes, mostrar sus bellos cuerpos, su estilizada figura, ser atrayentes. La idea femenina es de utilizar su poder de atracción para poder: primero, erigirse por encima de sus pares,  y segundo, mediante el astuto uso de su hermosura, seducir, cautivar a los “guerreros” para luego “domesticarlos” para que hagan su voluntad.

Claro que no todos eligen el físico culturismo; otros estudian mucho y sobrepasan en conocimiento a sus iguales, de esa manera se imponen. Otros se vuelcan por los deportes, tratan de alcanzar la excelencia como medio de ser conocidos. Están los que eligen el camino político, la dirigencia, el liderazgo.

Sea lo que sea el común denominador es el mismo: sobresalir, ser conocido, o al menos sobrevivir por nuestras propias fuerzas.

Y para ser exitosos necesitamos salud, entre otras cosas.

Y parece que cuando más la necesitamos es cuando comienzan los tropiezos. Nos ponemos mal, y no podemos realizar lo que teníamos previsto, llevar a cabo nuestros planes.
Faltamos al trabajo, a la universidad, no podemos entrenar. No alcanzamos las metas fijadas, nos desesperamos.

Y como decían los personajes del chapulín colorado: ¿Y ahora, quién podrá defenderme?
En ese preciso momento nos acordamos de Dios.

Y elevamos nuestras oraciones en busca de ser sanados de nuestras dolencias.

 -Silencio
 -Dios no responde

Entonces nos preguntamos: ¿me estará escuchando? ¿se acordará de mí? ¿No quiere sanarme?
Una respuesta a esta última pregunta es qué tipo de cura, sanación necesitas. ¿física o espiritual?. Porque más a menudo de lo que creemos estamos casi desahuciados espiritualmente pero nos interesa solo el estar bien de salud para seguir adelante sin acordarnos de Dios.

Y entonces nos percatamos que el silencio, o la negativa a curarnos físicamente, es la forma de sanarnos en el espíritu.

Debemos puntualizar que el Señor Jesús nos recordó estas prioridades cuando dijo, en Mateo 18: “Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno. Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego”

Pablo, el apóstol, se refiere a una afección de la cual pidió ser sanado, lo relata en la segunda carta a los corintios, capítulo dos: “Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo” (versículos 7 al 9).

De estos pasajes y de varios más deducimos que nuestro concepto de felicidad no es el mismo que el de Dios.

Mientras discrepemos con Él a este respecto, siempre perderemos.
Quizás este otro versículo pueda arrojar un poco más de luz al asunto: “No se gloríe el sabio de su sabiduría, Ni se gloríe el poderoso de su poder, Ni el rico se gloríe de su riqueza; Pero si alguien se gloría, gloríese de esto: De que Me entiende y Me conoce, Pues Yo soy el SEÑOR que hago misericordia, Derecho y justicia en la tierra, Porque en estas cosas Me complazco,” declara el SEÑOR. Jeremías 9:23

Te preguntarás entonces: ¿En qué quedamos?

Pues en nada, porque nada somos en nosotros mismos, pero perlas de gran precio en el Señor.

¿Cómo quiere Dios que seamos? ¿Cuál es el modelo a seguir?

Si quieres que el Padre te conteste, el modelo es el Hijo.

 -¿Parece duro?
 -Lo es.

Y no eres el primero en darte cuenta.
Fíjate qué le sucedió a este joven rico:
“Jesús salía ya para seguir su camino, cuando un hombre llegó corriendo, se arrodilló delante de él, y le preguntó: -Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?

Jesús le dijo: -¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie que sea bueno, sino sólo Dios.

-Ya conoces los mandamientos: No mates. No cometas adulterio. No robes. No des falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre.

Aquel hombre le respondió:
-Maestro, todo esto lo he cumplido desde mi juventud.

Jesús lo miró y, con mucho amor, le dijo:
-Una cosa te falta: anda y vende todo lo que tienes, y dáselo a los pobres. Así tendrás un tesoro en el cielo. Después de eso, ven y sígueme.
Cuando aquel hombre oyó eso, se afligió y se fue triste, porque tenía muchas posesiones”
El Señor no le reprochó sus posesiones terrenales, pero vio que el corazón del joven estaba demasiado apegado a ellas como para seguirlo.

Ese mucho amor subrayado significa compasión, dolor sobrenatural al saber con antelación que lo terrenal aprisionaba al joven y no lo dejaría hallar el “camino, la verdad y la vida”

-¿Entonces Dios no quiere que yo me sane?

Tu pregunta viene al caso.

Dios quiere que te sanes, quiere que vivas en abundancia, que tengas para dar, que sonrías, que seas feliz.
Pero fíjate en las prioridades del Todopoderoso (y su Hijo, por supuesto):

“Por lo tanto, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas” Mateo 6:33

Ahora el gran secreto:

El poder de Dios se perfecciona en tu debilidad.
Así que la próxima vez que pidas y pidas y nada suceda, vuelve acá y dale una releída a este artículo.

Y no te olvides que:
…”de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna”

Bendiciones
Tu hermano en Cristo
Roosevelt  Altez



El chacal de la trompeta


El divertido personaje del “show” de entretenimientos “Sábados Gigantes”, oculto bajo la túnica que protege su identidad, es, como sabemos, el responsable de hacer sonar el odioso instrumento cuando el participante que interviene en el concurso de cantantes aficionados, desafina al punto de ser insoportable.
La puesta en escena ha sufrido ligeras variantes, manteniendo al maldito de la máscara negra como el fatídico y último responsable por permitir la clasificación del cantante de turno. A veces abucheado, otras apoyado, su apodo y su fama se han extendido más allá de programa y es usado popularmente cuando alguien juzga con dureza o condena sumariamente a otros.
Le sigue a su intervención otra frase popularizada por el público, mientras la multitud apunta hacia afuera del escenario: “a los leones”.
El ser echado a los leones es el castigo por su desafinada interpretación.
¿Gracioso verdad?
Claro que los leones no son “de verdad”.
Esto nos recuerda el pasaje donde Daniel fuera echado al foso de los leones. Y por supuesto, Daniel no fue castigado por desafinar cantando.
El pasaje de marras, la historia completa, se encuentra en la Biblia, en el Libro de Daniel, de tan solo doce capítulos.
Y sin extendernos demasiado, mencionemos que el castigo fue por contravenir una orden del rey Darío, el medo. Tal edicto, fue tramposamente elaborado por los sátrapas, y gobernadores, para atrapar a Daniel en algo que violara una disposición real, la que en este caso fue su devoción de orar tres veces al día, de cara a Jerusalén.
Y a Darío le dolió, puesto que tenía Daniel en gran aprecio. Pero no podía derogar el edicto, que era, por las leyes de Media y Persia, irreversible.
¿Qué hizo el rey?
 - Ayunó.
Pero antes de autorizar el que el Profeta fuera echado al foso de los leones, le dijo: “El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre.”
Larga historia, corta: Daniel fue preservado por Dios de ser devorado por los leones, y el rey mandó a los acusadores a ser arrojados dentro de la fosa, donde fueron comidos ellos y sus familias. Tremenda fiesta para los leones.
EL rey publicó un decreto que transcribimos: “Que en todo el dominio de mi reino todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel; porque él es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y su reino no será jamás destruido, y su dominio perdurará hasta el fin. El salva y libra, y hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra; él ha librado a Daniel del poder de los leones”
Darío no era judío, ni mucho menos cristiano (el hecho ocurrió aproximadamente 530 años A.C.), y por supuesto, no asistió a Sábados Gigantes a cantar.
Pero el rey poseía varias virtudes a resaltar: conocía las leyes y las respetaba, tanto que se sujetaba a ellas, reconocía  el valor de los buenos funcionarios de su reino, y detestaba la injusticia.
El monarca hizo también algo por su apreciado súbdito: ayunó, se privó de diversiones, y no durmió.
Y la mayor virtud: ante el milagro de haber sido mantenido vivo Daniel por toda una noche, en medio de leones cebados para comer carne humana, y seguramente hambrientos; proclamó un edicto, reconociendo y ordenando que Dios fuera temido.
¿Temido por cuánto tiempo?
No sabemos, pero el hombre olvida fácilmente. Lo que sí sabemos es el tiempo de su dominio, HASTA EL FIN.
Recogemos varias enseñanzas de esta sentencia y lo que siguió:
1)            Daniel no claudicó, ni dejó de orar ante la amenaza de muerte.
2)            El rey puso de sí mismo lo que pudo para que Dios librara de la muerte al siervo.
3)            Los malos fueron castigados de la misma forma que tramaron castigar.
4)            Dios fue glorificado.
Recordemos que, con o sin trompeta, el juzgar a los demás es asunto delicado y que: “con la vara que juzguemos, seremos juzgados”

Oramos en este momento para que todo los que accedan a esta lectura recuerden, cuando escuchen “a los leones” que Dios permanece por los siglos, que está pendiente de las oraciones y defiende a quienes le son fieles. Y que la ley de la siembra y la cosecha está vigente, y lo que sembremos, eso cosecharemos, malo o bueno, a su debido tiempo. En el nombre de Jesús. Amén

Bendiciones,
Te saluda tu hermano en Cristo.
Roosevelt Altez