Sunday, February 10, 2013

Requisitos para ser Rey


Para ser rey se nace, si no lo creen pregúntenle al príncipe William, que puede llegar a ser el próximo rey de Gran Bretaña, o príncipe de Gales.
En Inglaterra, los varones (y las mujeres cuando no hay varones), descendientes directos del rey o la reina deben estar preparados para ser reyes. Esto es porque, potencialmente, se pueden convertir en rey o reina en cualquier momento.
Los varones de la corona británica nacen para ser reyes. Es derecho de nacimiento.
El rey es monarca absoluto, soberano, y su reinado cesa si abdica, es decir, si lo pasa al siguiente sucesor, o por supuesto, si muere.
Leyendo un devocional donde el autor analiza la afirmación: “para eso he nacido” caímos en la cuenta de que muchas veces en nuestra mente las prioridades o los conceptos están mezclados, o hemos dado por entendido asuntos que significan otra cosa.
El salmo 22:3 dice: “Tú eres Santo, tú eres rey”
Tú te preguntas: ¿Adónde quiere llegar éste con tanta palabrería sin sentido?
Pero déjame confundirte un poco más antes de que salgamos juntos de este lío.
Jesús crucificado es una imagen común en las sociedades, sobre todo las de occidente. Se le ve colgado al cuello de muchísimas damas, y de hombres también. Algunos usan enormes crucifijos de oro, más por vanidad que por lo que representan. En escenas de películas apenas restringidas cuelgan cruces de cadenas en los exagerados escotes, donde jamás alguien se hubiera imaginado que podía exhibirse la imagen del atormentado Siervo de Dios.
Y el asunto es que, en todo este comercio ateo de la imagen visible de Dios Hijo, hemos dejado de lado, perdido de vista, la razón de la venida de Jesús al mundo.
Leamos juntos este pasaje:
“Le dijo entonces Pilato: -¿Luego, eres tú rey?
            Respondió Jesús: -Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.”
Jesús no dice que vino a ser crucificado, Jesús afirma que nació para ser Rey.
-¡Atención! Gritamos.
El hombre que está diciendo esto está a punto de ser crucificado, y lo sabe. No hay razón para que un condenado a muerte, a escasas horas de su ejecución, afirme que ha nacido para ser rey. Pero llama la atención que lo diga, cuando es evidente que no hay tiempo para que sea coronado y menos que ejerza su soberanía.
Entonces ¿por qué dice que ha venido a dar testimonio de la verdad?
Volviendo a William, el príncipe de Gales, él va a ser rey en esta tierra, en su Gran Bretaña, es suya por derecho de nacimiento.
Entonces ¿Cuál es el reino, tiempo de reinado y soberanía de Cristo?
(En este momento nuestra confusión crece, pero también empieza a hacerse la luz en nuestras ocupadas mentes)
-Cristo es Rey.
-No me digas.
-¿Un rey crucificado? -Mira los que están parados a los pies de las tres cruces. Se están burlando. Están jugando a los dados, apostando sus ropas.
-¿Rey?
Aclaremos.
Usando un pasaje del Antiguo Testamento, Jesús dice que quien lo mire (crea en Él) será salvado de la muerte.
Dice así: “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” Juan 3:14-15
Jesús, en su muerte, vence a la muerte, que era la que reinaba hasta ese momento. Su poder sin límites naturales ni sobrenaturales, otorga a sus súbditos, a los que creen, vida eterna.
Un rey tiene el poder para perdonar a un reo de muerte, es su potestad.
Salvo que en este caso, el rey no está sentado en su trono, está colgando de un madero.
-¿Extraño?
Hemos colocado a Jesús, en su papel de sacrificado por encima de su papel de rey. Y la crucifixión fue un hito, un acto de justicia, en su camino a la toma del Poder Absoluto.
Dice Filipenses 2:8-10: “y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra”
Apocalipsis 11: 15 dice: “…Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos”
Y el Salmo 132:11 dice: “El Señor le ha hecho a David un firme juramento que no revocará: «A uno de tus propios descendientes lo pondré en tu trono”
Y en el versículo 17: “Allí haré retoñar el poder de David; He dispuesto lámpara a mi ungido
La Cruz, símbolo de tormento, muerte, y maldición es en realidad, la asunción al poder de Cristo.
Por eso dice: “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz” Colosenses 2:13-15
Claro, nuestra finita, limitada, orgullosa mente, no lo puede entender a cabalidad.
Pero para deglutirlo lentamente, dejemos “picando” este versículo, ya que fueron palabras pronunciadas por Jesús luego de su resurrección:
- “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra” Mateo 28:18
Te saluda
Tu hermano en Cristo
Roosevelt Altez

http://vidadedevocion.blogspot.com/          email: raltez@gmail.com



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