Thursday, October 5, 2023

¿Seguidores o líderes?

 




¿Seguidores o líderes?

“Sed pues, imitadores de Dios” Efesios 5:1

 

Cuando visitamos un lugar nuevo, desconocido, necesitamos un guía, alguien que vaya delante de nosotros para indicarnos el camino correcto, ya sea en una ciudad o en un lugar agreste.  Y por poco tiempo, mientras disfrutamos de la aventura, descansamos del esfuerzo permanente de valernos por nosotros mismos.

No nos gusta la idea de ser dirigidos, es opuesta a todo lo que nos enseñaron. Somos desconfiados porque lo hemos aprendido; cada día tomamos nuestras propias decisiones, y si alguien quiere que hagamos lo opuesto a lo que teníamos planeado, recelamos; preguntamos hasta tener la certeza que lo que vamos a hacer se ajusta a nuestros planes, aun en las pequeñas cosas.

Si somos discípulos de Dios, no podemos tomar la iniciativa, no podemos elegir nuestro propio trabajo o decir lo que haremos; no tenemos que descubrirlo en absoluto, solo tenemos que seguirlo. "Jesús le dijo:  ̶ sígueme" (Juan 21:22).

Todo lo que nuestro Señor nos pide hacer es naturalmente imposible para nosotros. Es imposible que seamos, llanamente, hijos de Dios, que amemos a nuestros enemigos, que perdonemos, que seamos santos, puros, Es imposible para nosotros seguir a Dios naturalmente; en consecuencia, debemos reconocer que, como somos, la designación de discípulos no va a funcionar.

Allí es cuando enfrentamos al dilema, de continuar como somos no podemos seguir a Cristo. ES donde la necesidad del cambio se hace imperiosa. El cambio de mente, de líder a cordero es algo imposible para nosotros.

“¿Quién, pues, podrá ser salvo? Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible”  Mateo 19:26

Es algo que debemos reconocer, en asuntos espirituales no podemos tomar la iniciativa. No podemos decidir por nuestra cuenta, debemos "seguir al Cordero dondequiera que vaya", y si Él no va a ningún lado, entonces nosotros tampoco.

Cuidado con seguir los pasos de los seguidores, puede que no sean los caminos de Cristo.

Imitadores significa hacer lo que Él hace, espiritualmente, sabiamente. No es imitar gestos o acciones como monos irracionales.

De nuevo: Él es a quien debemos imitar y seguir, pero primero debemos nacer de nuevo y recibir su Espíritu, y luego caminar en el Espíritu. "Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él" Romanos 8:9.

El Gozo del Señor

“Estas cosas os he hablado para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea completo”. Juan 15:11

Si Jesucristo es la vida de Dios y debemos seguirlo, debemos descubrir cuál era su gozo. Ciertamente no era la felicidad. El gozo del Señor Jesucristo residía en hacer exactamente lo que vino a hacer, esto es, la voluntad del Padre.

La salvación de los hombres fue el resultado natural de esto, pero la gran obediencia de nuestro Señor no fue a las necesidades de los hombres, sino a la voluntad de Su Padre, y Él dice: "como el Padre me envió, así también os envío a vosotros".

Cristo no orientó su vida a salvar almas, cuidado, vino a hacer la voluntad del Padre. Algunos creyeron y fueron salvos, pero fueron muchos más los que no creyeron. Jesús vino al pueblo de Israel porque esa era la promesa: “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” Juan 1:11

Nos desviamos cuando en lugar de seguir a Dios, seguimos la obra cristiana y a los trabajadores.

Nos preocupa mucho más la pasión por las almas que la pasión por Cristo.

La pasión por Cristo es el reflejo de su pasión por Dios.

La vida de Dios se manifiesta en nuestro Señor Jesucristo, Él vino a hacer la voluntad de su Padre; No importa donde Dios nos pone, ya sea al frente o en un segundo plano. Cuando nos damos cuenta de esto, entonces la alegría del Señor es nuestra porque estamos cumpliendo nuestro propósito regenerado. La pasión por las almas no es en absoluto una idea del Nuevo Testamento, sino un comercialismo religioso.

Cuando estamos obsesionados con esta pasión, la alegría del Señor nunca es nuestra, sino solo una alegría excitante como una trampa oculta.

Dios diseña nuestras circunstancias como lo hizo con las de Su Hijo; todo lo que tenemos que hacer es seguir donde Él nos coloca. La mayoría de nosotros estamos ocupados tratando de colocarnos a nosotros mismos.

Dios cambia las cosas mientras esperamos en Él. ¿Estamos cumpliendo el propósito de nuestra creación, es decir, glorificar a Dios?

El signo de que estamos glorificando a Dios no es que seamos felices; la felicidad es infantil, individual y pagana.

Es natural que un niño sea feliz porque un niño no enfrenta los hechos, pero un cristiano que solo es feliz es ciego.

La forma en que la vida de Dios se manifiesta en el gozo es en una paz que no tiene deseo de ser nosotros alabados. Cuando un hombre entrega un mensaje que sabe que es el mensaje de Dios, el testimonio de la realización del propósito creado se da instantáneamente, la paz de Dios se establece, y el hombre no se preocupa del elogio ni la crítica de nadie.

Esa es el gozo en Dios, en la vida de Dios; es una vida inquebrantable, y nunca hay vida sin gozo.

¿Seguimos "al Cordero por dondequiera que Él vaya"? Él nos llevará a través de la oscuridad, a través de valle de sombras, a través de las cosas extrañas y oscuras; debemos seguirlo "por dondequiera que Él vaya".

 

Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará y los guiará a fuentes de aguas vivas, y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos”. Apocalipsis 7:17


Bendiciones

 Tu hermano en Cristo

  Roosevelt Jackson Altez

Magister Estudios Teológicos “Logos Christian University”

 Escríbenos a: edicionesdelareja@gmail.com

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