El daño mayor que se ha ocasionado a
la Iglesia de Cristo es llamar iglesia a los templos. De esta manera se ha
tergiversado lo que significa iglesia, y esto es grave porque conduce a
confundir el templo, el edificio, con el Cuerpo de Cristo, que son muy
diferentes.
A excepción del primer templo de
Jerusalén, edificado siguiendo el modelo del Tabernáculo de Reunión, por
Salomón, pero con lo recolectado por David y planeado por el mismo, y donde, a
pedido del rey, representando al pueblo, el Shekiná, la nube, el mismísimo
Dios, se hizo presente en su inauguración, los templos son lugares donde se
reúne la iglesia.
Iglesia viene del griego ekklesia,
que significa “asamblea”. Podemos decir, a título de ejemplo que la comunidad
está confundida, o que la iglesia está confundida, que la asamblea está
confundida.
El templo en sí mismo es una
edificación echa por los hombres y no tiene nada de presencia de Dios, de
divinidad, porque no tiene lo esencial, que son los seres humanos teniendo
comunión con otras personas, viviendo los problemas, los dolores, y
compartiendo con el necesitado.
Tenemos amistades que han visitado
templos budistas, mezquitas, templos hindúes, y nos han manifestado que en su
interior había, se respiraba paz. Confunden silencio con paz.
El silencio es exterior, la
sensación de paz al estar en un templo proviene del concepto que nosotros
tenemos del edificio. En otras palabras, hemos asumido en nuestra mente, que en
el lugar habita la presencia de un ser todopoderoso que nos trae paz, y con el
preconcepto de que ingresamos a un lugar sagrado, y debido a lo dilatado del
interior y su particular arquitectura, sentimos paz, es decir, estamos en
silencio, con los ojos abiertos, admirando la obra del hombre.
Pero esto difiere en gran manera de
lo que Dios mandó que se representase en el Tabernáculo, que fue la única
edificación diseñada por Dios, el Dios de Israel, el Israel antiguo.
En aquel diseño existía un lugar, el
Santísimo, que era pequeño, y al que no entraba nada de luz del sol, ni
antorchas ni ningún otro ingenio que pudiera iluminarlo, este lugar estaba
dentro del lugar Santo, donde sí había una lámpara, una mesa y un incensario.
Al lugar Santísimo sólo podía entrar
el sumo sacerdote, una vez al año, a ofrecer sacrificios para que las maldades
del pueblo fueran perdonadas.
Cuando muere Jesús, cuando exhala su
último suspiro de hombre en la Cruz del Calvario, el velo se rasga de arriba
abajo, completamente, porque su muerte nos da acceso al lugar santísimo, ahora
en nuestros corazones.
Es decir, ese lugar Santísimo, está
hoy en el interior, en el corazón, del cristiano.
Nosotros no vamos a la iglesia,
nosotros somos parte de la iglesia, caminando hacia el templo donde, reunidos,
la conformamos.
Cuanto más magnífica y adornada está
la iglesia, menos de la presencia de Dios tiene. ¿porqué?
Leamos este pasaje: “…Sus discípulos se acordaron de que estaba
escrito: El celo por tu casa me consumirá. Entonces los judíos respondieron y
le dijeron: Ya que haces estas cosas, ¿qué señal nos muestras? Jesús respondió
y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Entonces los
judíos dijeron: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú lo
levantarás en tres días? Pero El hablaba del templo de su cuerpo. Por
eso, cuando resucitó de los muertos, sus discípulos se acordaron de que había
dicho esto; y creyeron en la Escritura y en la palabra que Jesús había hablado.
Juan 2
Allí
Jesús les dice que lo válido del templo es su propio cuerpo, su presencia, que
el edificio no significa nada si Él no está presente.
La
iglesia es el Cuerpo de Cristo, y se reúne en templos, que por extensión, se
llaman “Iglesia”. Ha habido ocasiones, como en Asusa (California 1906-1915),
que la presencia de Dios ha permanecido en el lugar, por períodos limitados.
Pero
Dios es la presencia suprema, y esta no se encuentra en el templo, si antes no
la edificamos dentro de nosotros mismos, y no invitamos al Espíritu Santo, y
con Él al Padre y al Hijo, a vivir en nuestro profundo ser interior.
¿Te
animas a formar parte de ese Cuerpo?
Ven
“Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios
Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero” Apocalipsis 21
Te
saluda
Tu
hermano en Cristo
Roosevelt
Altez
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