Monday, July 31, 2023

Lágrimas derramadas

 



Si llorando buscas el alivio a tus penas, la carga emocional no te dejará ver más allá de ellas.

Llora hasta que el corazón se calme, las lágrimas se agoten y sólo entonces podrás ver con claridad.

Luego, si honestamente quieres saber la razón de tu dolor, lo primero que debes hacer es mirar dentro de tí: ¿Te han causado en verdad daño? ¿Qué provocó que aquello te afectara? ¿Era inevitable? ¿aunque duela, no es mejor que haya sucedido?

La letra de una canción que cantaba Carlos Gardel (muchos lo han oído nombrar) decía así (parafraseada):  “escuchen la muchacha, llora porque su hombre murió, y ella se ha quedado sola como oveja sin madre”
Y este es el asunto que debes definir, ¿lloras por ti, o sientes el dolor de la otra persona y lloras por ella?

Son dos cosas bien diferentes.

Si lloras por alguien más, o porque has sido objeto de una injusticia, porque la maldad te ha arrinconado y castigado, porque has sido producto del escarnio, de la burla, de la exposición en público de algo que considerabas sólo tuyo, debes saber que Dios está al tanto de tus lágrimas, y que ninguna de ellas ha pasado desapercibida para el Gran Hacedor del Universo.

Considera este pasaje: “Toma en cuenta mis lamentos; registra mi llanto en tu libro. ¿Acaso no lo tienes anotado?” o en otra versión: “Tú has visto mi sufrimiento, has recogido mis lágrimas. ¿Acaso no tienes todo eso registrado en tu libro? Salmo 56:8

Es reconfortante, Dios guarda tus lágrimas, y en el libro donde anota cada uno de los hechos de nuestra vida, está registrado nuestro dolor.

Ahora, existe la otra posibilidad: que tú seas quien ha provocado el daño y que se haya vuelto en contra de ti. Muchas veces malas decisiones traen aparejado dolor. Lo que hoy lloramos se podría haber evitado si no hubiéramos tomado la senda equivocada. Si eres lo suficientemente valiente para enfrentar el error, tu sanación no tardará. Si sigues negando el hecho, volverás a sufrir una y otra vez, hasta que rectifiques tu comportamiento y madures en tus decisiones.

Entonces tus lágrimas serán cambiadas por alegría.

Dice el salmista: “Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, Cuando la lluvia llena los estanques” Salmo 84:6;
Y “Pues tú has librado mi alma de la muerte, Mis ojos de lágrimas, Y mis pies de resbalar” Salmo 116:8.
También “Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán” Salmo 126:5

El mismísimo Dios hecho hombre lloró: “Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente” Hebreos 5:7

Jesús dijo: “No teman, yo he vencido, ustedes también pueden hacerlo”. El Hijo de Dios fue tentado en todo, probado en todo, esto nos da la seguridad que Dios conoce nuestro sufrimiento y nuestras lágrimas.

Resumiendo: Dios conoce tu dolor, sea que tú mismo lo hayas causado, o sea provocado por otras circunstancias. Si te vuelves al Creador pidiendo que clarifique tu mente, y no dejes que tu propio corazón te engañe, recibirás la ayuda que necesitas.

-¿Cómo sé que Dios me contesta, que sabe lo que me está pasando?

-Excelente pregunta.

Cuando estés en paz, no importa las amenazas, lo que sucede a tu alrededor, las malas noticias, en ese instante sabrás que has hecho lo correcto.

Recuerda la bendición de Dios en este pasaje, la misma está sujeta a como tu ser interior prospera:

“El anciano saluda al querido Gayo, a quien ama en verdad. Querido hermano, pido a Dios que, así como te va bien espiritualmente, te vaya bien en todo y tengas buena salud” 1 Juan 1:1-2



Te saluda
Tu Hermano en Cristo


Roosevelt Jackson Altez
Puedes escribirnos a edicionesdelareja@gmail.com





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