En ese día, pedirás en Mi nombre... El Padre mismo te ama. (Juan 16:26-27)
En ese día, "en Mi nombre"
significa en consonancia con mi esencia. No se trata de utilizar Mi nombre como
una frase mágica, sino de estar tan íntimamente conectados conmigo que nos
volvamos uno.
"Ese día" se refiere al
presente, no a un futuro lejano. "El Padre mismo te ama" significa
una unión completa y absoluta.
Nuestro Señor no promete una vida
sin desafíos externos, sino que, a través del bautismo del Espíritu Santo, Él
puede elevarnos a lugares celestiales donde nos revela la sabiduría de Dios.
"Todo lo que pidas al Padre en Mi nombre..."
"Ese día" representa un
vínculo inalterado entre Dios y el creyente. Así como Jesús permaneció sin
mancha en la presencia de Su Padre, nosotros, a través del poder transformador
del Espíritu Santo, podemos ser elevados a esa misma relación,
"Para que sean uno, así como
nosotros somos uno".
"Él te lo dará."
Jesús nos asegura que Dios
reconocerá nuestras oraciones. ¡Qué desafío tan profundo! A través del poder de
la resurrección y ascensión de Jesús, y a través de la morada en nosotros del
Espíritu Santo, podemos entrar en una relación con el Padre donde nuestra
voluntad se alinea libremente con Su perfecta voluntad soberana, al igual que
Jesús lo hizo.
En esta maravillosa posición que
Jesucristo nos ha concedido, podemos orar a Dios en Su nombre, en Su
naturaleza, que nos es otorgada por el Espíritu Santo.
Y Jesús declara: "Todo lo
que pidas al Padre en Mi nombre, Él te lo dará".
La integridad del carácter de
Jesucristo es puesta a prueba por Sus propias palabras.
(Estas reflexiones han sido
traducidas y adaptadas de temas devocionales de Oswald Chambers.}
Si quieres saber más, contáctanos
Y si
te gusta, comparte.
Te saluda tu hermano en Cristo:
Rev: Roosevelt Jackson Altez
Puedes comentar o escribirnos a
edicionesdelareja@gmail.com
No comments:
Post a Comment