Friday, December 30, 2022

Las bodas de Caná, profecía cósmica de Jesucristo

 


Las bodas de Caná, profecía cósmica de Jesucristo

Juan Capítulos 1 y 2

 

El Evangelio de Juan, comienza presentando al Verbo Divino que se hace carne. Enseguida entra en escena Juan el Bautista, quien da testimonio de Cristo como el Cordero de Dios, quien “bautiza con el Espíritu Santo”. Continuando, hay una cuenta de días, el día primero Juan ve a Jesús venir hacia él, mientras bautizaba con agua en el Jordán. Al otro día Jesús llama a los primeros discípulos, Andrés y Simón Pedro, y un día después llama a Felipe y Natanael. Esto suma tres días desde la presentación de Cristo como la Palabra: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.”

Jesús y los discípulos fueron invitados a las bodas de Caná, y llegaron cuando las bodas ya se estaban celebrando. La “madre” de Jesús ya estaba allí. Esto indica que la boda comenzó al mismo tiempo que la llegada de Jesús a ser bautizado por Juan, cuando el Espíritu Santo descendِía sobre El y Dios el Padre hacía oír su voz desde los cielos.

¿Cuál es la importancia de que comenzaran ambos eventos en forma paralela, o casi?

Sabemos que el Cordero y su novia, la iglesia son el tema central del Evangelio. Y que la iglesia es creada por Jesús desde los apóstoles, la piedra fundamental. Los doce apóstoles son el cimiento, las columnas del templo. Tanto es así que el fin de los siglos, en Apocalipsis 19:7-9 dice: “Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero”

Esta boda no es simplemente una celebración de matrimonio en una reducida aldea de Galilea. Representa la celebración cósmica que cumple con las profecías milenarias, es el Plan de Dios, que se prolonga en la vida eterna.

Discípulos y Cristo: Si prestamos atención al caminar de Cristo, de acuerdo con los evangelios, siempre estaba acompañado con sus discípulos, los doce o el pequeño grupo de tres. Ellos habrían de proclamar el Evangelio después de su partida, y absolutamente todo lo que hiciese era para que ser trasmitido luego. “Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros” Juan 17:20-21

Las bodas permiten al Maestro hacer el primer milagro, esto es, convertir el agua en vino. Pero: ¿Es eso simplemente?

Isaías 25:6-8

Para entender la magnitud, la profecía apocalíptica, veamos lo que dice el Señor en Isaías 25: “Y Jehová de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos banquete de manjares suculentos, banquete de vinos refinados, de gruesos tuétanos y de vinos purificados. Y destruirá en este monte la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones. Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho”

Las bodas de Caná

Volvamos ahora el relato de Juan 2: “Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, 10 y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora. “

 

El Cordero y la novia

Todo el ministerio de Jesús se trata de las bodas del cordero, elección de la novia, inicio, purificación, preparación de las bodas, mientras la novia se mantiene santa y santificada hasta el gran momento. Leemos las bodas mencionadas en Apocalipsis 19:7-8: “Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. 8 Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos, Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero”

A las bodas son invitadas las naciones, de hecho, los millares de millares, los salvos por la sangre del Cordero, son la novia.

Dios quita el velo que nos impide ver la dimensión en que habita, lo que Pablo llama “el tercer cielo” . Leamos de nuevo: “Y destruirá en este monte la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones”.

El velo, la corrupción

Ahora hay un velo, pero se ha corrido para dejar ver episodios divinos, a individuos como Pablo, primero en su conversión: Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; 4 y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? 5 Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. 6 Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer. 7 Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver a nadie” Hechos 9:3-7; y luego en el episodio narrado en Corintios: “Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. 3 Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), 4 que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar” 2 Corintios 12:2-4: Esteban: “ Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, 56 y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios” Hechos 7:55

Las manifestaciones sobrenaturales, refiriéndonos con esto a lo que es invisible en este mundo material, pasajero y en maldición, son relativamente frecuentes en el relato bíblico. Jacob tuvo la visión de la escalera al cielo: “Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella” Génesis 28:12. El Señor Jesús lo menciona a los discípulos en Juan 1:51, específicamente a Natanael: “Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí en adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre”

 

El reino de los cielos

El reino de los cielos se acercó, es decir, se hizo accesible con Cristo, aunque no visible todavía. Es visible por fe, por la propia definición de la misma.

Debemos recordar el pasaje de Romanos 8:19 en adelante: “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. 19 Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. 20 Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; 21 porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. 22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; 23 y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.

Este es el velo que es corrido en la profecía de Isaías 25. El festejo incluye abundante comida nunca vista, y el vino es también superabundante, como en el milagro de las bodas de Caná de Galilea. Y no solo excede la capacidad de las tinajas, sino que es puro, es el vino que Cristo les prometió beber a los discípulos a su regreso: “porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados. 29Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. Y después de cantar un himno, salieron hacia el monte de los Olivos” Mateo 26:29-30

Manjares deliciosos y extravagantes, vino (que representa la sangre del cordero) puro, imposible de procesar por manos humanas, todo provisto por Dios para festejar las bodas del cordero, el momento en que la santidad se universaliza, que el pecado se borra del mundo, y que se crean los nuevos cielos y la nueva tierra, para que los hijos de Dios lo disfruten eternamente.

Todo esto es representado por el pasaje de las bodas de Caná.

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Te saluda tu hermano en Cristo:

Roosevelt Jackson Altez

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