Tuesday, January 2, 2024

Que no nos distraigan


 Que no nos distraigan

Vamos al punto

 

“…conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte.”  Filipenses 1:20

No dejemos que nos distraigan, el pensamiento, que hace crecer el mas intenso anhelo en el apóstol está expresado en una palabra griega singular, tanto que solo aparece acá y en Romanos 8:19. La palabra es ἀποκαραδοκία (transliterada: apokaradokia) desglosada etimológicamente significa: apó- lejos de; kara: la cabeza; y dokéō – pensar, más concretamente, Implica un deseo intenso y doloroso enfrente de una crisis, una sensación confusa, que es aliviada  por la esperanza. La frase es una de las muchas indicaciones del gozo en Cristo, la seguridad de su sacrificio por amos, que a menudo se menciona en esta Epístola. Algo que no proviene de la ausencia de anhelo por la libertad sino de la victoria sobre esos anhelos a través de la fe.

. "Mi deseo ansioso y esperanza son que en nada seré avergonzado ". Todos nos sentiremos muy humillados si no nos sometemos a Jesús al punto que Él nos ha pedido someternos. Pablo dice: "mi máximo anhelo es Su Supremacía". Llegar allí es una cuestión de voluntad, no de debate ni de razonamiento, sino una rendición absoluta e irrevocable en ese punto. Una consideración excesiva por nosotros mismos es lo que nos impide tomar esa decisión.  Cuando consideramos lo que costará a otros si obedecemos el llamado de Jesús, nos quejamos delante de Dios diciéndole que  no sabe lo que significará nuestra obediencia.

 Mantengámonos en el punto; Él lo sabe. Aparta cualquier otra consideración y calla ante Dios solo por esta única cosa: "Mi mayor esfuerzo para que prime Su Supremacía". Estoy determinado a ser absoluta y completamente para Él y solo para Él.

Mi Determinación por Su Santidad. "¡Ya sea vida o muerte, no importa!"  Pablo está decidido a que nada lo detendrá de hacer exactamente lo que Dios quiere. El orden de Dios tiene que llegar a una crisis en nuestras vidas porque no obedeceremos de manera más suave. Él nos lleva al lugar donde nos pide que seamos lo máximo para Él, y comenzamos a debatir; luego Él produce una crisis providencial donde tenemos que decidir, a favor o en contra, y a partir de ese punto comienza la "Gran División".

Si la crisis ha llegado a ti en cualquier área, entrega tu voluntad a Él de manera absoluta e irrevocablemente.

 

Bendiciones

Tu hermano en Cristo

 Roosevelt Jackson Altez M.T.S.

Magister Estudios Teológicos “Logos Christian University”

Escríbenos a: edicionesdelareja@gmail.com

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https://iglesiaheroesdelafe.blogspot.com/2024/01/que-no-nos-distraigan.html


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